miércoles, 23 de junio de 2010

LA TECNOLOGIA UN EMCANISMO DE DEFENZA

Las redes e Internet como elemento dinamizador en los procesos comunicativos.
Originalmente, la tecnología en la educación se asoció exclusivamente al uso de medios audiovisuales, sin embargo, en 1984 la UNESCO plantea un enfoque que va más allá del uso de medios, y la describe como un modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar en conjunto los procesos de la enseñanza y el aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una educación más efectiva.
De esta manera, la tecnología educativa representa un instrumento que permite acercarse a la solución de problemas educativos, pero debe partir de la plataforma de la realidad y de la práctica inserta en ella, para proponer estrategias válidas en contextos específicos y para ofrecer alternativas y/o soluciones a las necesidades educativas.
Las múltiples estrategias de incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en los procesos educativos, continúan ampliando su cobertura y utilización, a fin de alcanzar un alto impacto tecnológico en la transformación de los servicios educativos.
Sin embargo, la sola posesión de los medios audiovisuales o los recursos informáticos, no moderniza los procesos ni garantiza los resultados. Es necesario, articular la incorporación de la tecnología educativa con el currículo escolar, mediante el proceso de enseñanza aprendizaje, la resignificación del papel del docente y del alumno y la capacitación de maestros, entre otros muchos aspectos.
Por ello, el ILCE decidió llevar a cabo un estudio que permitiera conocer la forma en que las escuelas de Educación Básica y Normal en México han incorporado estas tecnologías, a fin de tener información que apoye y sustente futuras estrategias para fortalecer su impacto en la calidad de la educación.
Un Estudio de esta envergadura comprendió varios ejes de investigación: la revisión de las políticas y programas de aplicación tecnológica en los Estados, para lo cual se realizaron Entrevistas a los Secretarios de Educación de los Estados, la observación de las condiciones de equipamiento y operación de las escuelas y la consulta a los usuarios sobre el uso y percepción que tienen frente a los recursos tecnológicos.
En esta Ponencia, únicamente se hará referencia al Estudio de Encuesta realizada a los directivos, responsables de medios, maestros y alumnos, y solamente desarrollará algunos de los resultados más significativos del rubro de tecnología informática.
A diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren (siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y selección de información). No obstante, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemáticas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo...) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito.
Por ello, hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información (ver http://www.peremarques.net/actodid.htm).
Por otra parte, la diversidad de los estudiantes y de las situaciones educativas que pueden darse, aconseja que los formadores aprovechen los múltiples recursos disponibles (que son muchos, especialmente si se utiliza el ciberespacio) para personalizar la acción docente, y trabajen en colaboración con otros colegas (superando el tradicional aislamiento, propiciado por la misma organización de las escuelas y la distribución del tiempo y del espacio) manteniendo una actitud investigadora en las aulas, compartiendo recursos (por ejemplo a través de las webs docentes), observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica y buscando progresivamente mejoras en las actuaciones acordes con las circunstancias (investigación-acción).


Aspectos desfavorables
El siglo XX ha sido el que mayor número de descubrimientos científicos y avances tecnológicos ha dado a la historia de la humanidad, debido sin duda a ese crecimiento exponencial del que hablábamos. También hay que destacar la facilidad y rapidez con que esos cambios han sido asimilados por la sociedad, que comenzó a acostumbrarse a ellos como algo natural y casi rutinario.
Según el profesor Freeman, el prestigioso economista y sociólogo autor del libro "Cambio tecnológico y empleo", la integración plena en la sociedad de una nueva tecnología es del orden de unos 15 años. Y cada vez somos más propensos a cambios profundos de nuestros modelos de vida y comportamiento. ¿Cuáles son las razones de este fenómeno?
La respuesta a esta pregunta es complicada, pero quizá haya que tener en cuenta que el número de científicos dedicados a la investigación es cada día mayor o a la actitud de considerar normal los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos, que quizá se inició con la factoría de inventos de Edison. Progresivamente se ha ido diluyendo el miedo natural del hombre al cambio y éste se nos presenta como algo normal.
Dos cosas tan aparentemente alejadas y sin relación como son la invención de la bomba atómica y la aparición de las primeras computadoras tienen, sin embargo, el punto en común del proyecto Manhattan. Fue aquí donde Von Neumann, tratando de resolver los enormes problemas de cálculo que conllevaba el estudio de la implosión de la bomba atómica, sentó las bases de una arquitectura que casi todos los ordenadores que usamos hoy en día siguen.
Gracias a las máquinas automáticas vivimos una nueva revolución. Hoy en día, es posible que una fábrica entera funcione sin intervención humana directa. La sociedad industrial y sus problemas están siendo sustituidos por una sociedad donde el valor clave es la información. Información almacenada y procesada por ordenadores. La respuesta social y política a este gran cambio todavía no se ha producido. Muchos de los problemas de paro que sufrimos actualmente se deben a esta sociedad mecanizada y no se vislumbra aún una respuesta al problema.
El futuro, una vez que parece encaminada la implantación de ordenadores en los hogares, parece tener dos frentes principales en los que la sociedad se verá modificada. El que, a la vista de su desarrollo actual, parece más lejano, es de la inteligencia artificial. La posibilidad de creación de pensamiento artificial es algo que ha sido estudiado en multitud de ocasiones por los escritores de ciencia-ficción y sus robots. ¿Sería aceptado por la sociedad o ésta sufriría eso que Isaac Asimov denominó complejo de Frankenstein? ¿Condenaría a la humanidad a una existencia de ocio perpetuo o simplemente se complementaría la capacidad de razonamiento humana con otra distinta? Es difícil aventurar la respuesta a estas preguntas, o si alguna vez se dará el supuesto que las provoca.



Las redes e Internet como elemento dinamizador en los procesos comunicativos.
Originalmente, la tecnología en la educación se asoció exclusivamente al uso de medios audiovisuales, sin embargo, en 1984 la UNESCO plantea un enfoque que va más allá del uso de medios, y la describe como un modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar en conjunto los procesos de la enseñanza y el aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una educación más efectiva.
De esta manera, la tecnología educativa representa un instrumento que permite acercarse a la solución de problemas educativos, pero debe partir de la plataforma de la realidad y de la práctica inserta en ella, para proponer estrategias válidas en contextos específicos y para ofrecer alternativas y/o soluciones a las necesidades educativas.
Las múltiples estrategias de incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en los procesos educativos, continúan ampliando su cobertura y utilización, a fin de alcanzar un alto impacto tecnológico en la transformación de los servicios educativos.
Sin embargo, la sola posesión de los medios audiovisuales o los recursos informáticos, no moderniza los procesos ni garantiza los resultados. Es necesario, articular la incorporación de la tecnología educativa con el currículo escolar, mediante el proceso de enseñanza aprendizaje, la resignificación del papel del docente y del alumno y la capacitación de maestros, entre otros muchos aspectos.
Por ello, el ILCE decidió llevar a cabo un estudio que permitiera conocer la forma en que las escuelas de Educación Básica y Normal en México han incorporado estas tecnologías, a fin de tener información que apoye y sustente futuras estrategias para fortalecer su impacto en la calidad de la educación.
Un Estudio de esta envergadura comprendió varios ejes de investigación: la revisión de las políticas y programas de aplicación tecnológica en los Estados, para lo cual se realizaron Entrevistas a los Secretarios de Educación de los Estados, la observación de las condiciones de equipamiento y operación de las escuelas y la consulta a los usuarios sobre el uso y percepción que tienen frente a los recursos tecnológicos.
En esta Ponencia, únicamente se hará referencia al Estudio de Encuesta realizada a los directivos, responsables de medios, maestros y alumnos, y solamente desarrollará algunos de los resultados más significativos del rubro de tecnología informática.
A diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren (siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y selección de información). No obstante, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemáticas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo...) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito.
Por ello, hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información (ver http://www.peremarques.net/actodid.htm).
Por otra parte, la diversidad de los estudiantes y de las situaciones educativas que pueden darse, aconseja que los formadores aprovechen los múltiples recursos disponibles (que son muchos, especialmente si se utiliza el ciberespacio) para personalizar la acción docente, y trabajen en colaboración con otros colegas (superando el tradicional aislamiento, propiciado por la misma organización de las escuelas y la distribución del tiempo y del espacio) manteniendo una actitud investigadora en las aulas, compartiendo recursos (por ejemplo a través de las webs docentes), observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica y buscando progresivamente mejoras en las actuaciones acordes con las circunstancias (investigación-acción).

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